jueves, 21 de julio de 2011

Tiempo de vacaciones, tiempo de vida cristiana

Primer Mandamiento: También en los meses de calor amarás al Señor tu Dios cálidamente, sobre todas las cosas, incluyéndote a ti mismo.

 Segundo Mandamiento: No tomarás vanamente el nombre de Dios, quejándote de las incomodidades del termómetro en alza o en baja, o por la moda o las costumbres, siempre pasajeras.

Tercer Mandamiento: Pondrás especial cariño y cuidado en santificar las fiestas en este tiempo de trabajo menor, procurando programarte unas vacaciones con Dios, en clima suave de amor suyo.

Cuarto Mandamiento: Aprovecharás la etapa estival para reforzar los lazos familiares, quizás más relajados o más en tensión durante el resto del año.

Quinto Mandamiento: No matarás el tiempo, sino que tu merecido descanso será más cambio de actividad que aburrimiento malsano y atrofiante.

Sexto Mandamiento: También en vacaciones el sexto precepto del decálogo nos llama a vivir la sexualidad y la castidad según los distintos estados de la vida y según la ley de Dios y de su Iglesia.

Séptimo Mandamiento: No robarás un verano inmerecido, ni abusarás de los dones de la naturaleza en contra de Dios, su único dueño.

Octavo Mandamiento: Cuidarás especialmente de la lengua durante las vacaciones, evitando el chismorreo, la crítica fácil y la calumnia, siempre más peligrosas que una tormenta de verano.

Noveno Mandamiento: También en vacaciones guarda la pureza del corazón, del cuerpo, de la mente , de la imaginación, de los pensamientos y de los deseos.

Décimo Mandamiento: No desearás vacaciones desproporcionadas, pero procurarás tener lo que merecéis tú y tu familia, sin olvidar a los que este año tampoco podrán veranear.

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