Segundo Mandamiento: No tomarás vanamente el nombre de Dios, quejándote de las incomodidades del termómetro en alza o en baja, o por la moda o las costumbres, siempre pasajeras.
Tercer Mandamiento: Pondrás especial cariño y cuidado en santificar las fiestas en este tiempo de trabajo menor, procurando programarte unas vacaciones con Dios, en clima suave de amor suyo.
Sexto Mandamiento: También en vacaciones el sexto precepto del decálogo nos llama a vivir la sexualidad y la castidad según los distintos estados de la vida y según la ley de Dios y de su Iglesia.
Séptimo Mandamiento: No robarás un verano inmerecido, ni abusarás de los dones de la naturaleza en contra de Dios, su único dueño.
Noveno Mandamiento: También en vacaciones guarda la pureza del corazón, del cuerpo, de la mente , de la imaginación, de los pensamientos y de los deseos.
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