Subió a una de las barcas, que era la de Simón, y le rogó que la apartase un poco de tierra... Dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echad las redes para pescar"" (Lc 5,3)
También a nosotros el Señor nos pide que nos apartemos un poco de las cosas de la tierra para estar con Él, hagamos el esfuerzo de remar dentro de nosotros mismos y, echando la red de las acciones de nuestra vida sobre el tapete, veamos qué hemos de quitar y qué hemos de mejorar, y sobre todo nos adentremos en el conocimiento más profundo de Dios. No podemos conformarnos con navegar por los días a nuestro ritmo, en la superficie.
Necesitamos profundizar en los grandes temas de nuestra vida: nuestra existencia, la vida de la gracia, el pecado, el amor que Dios nos tiene, la Eucaristía, las virtudes teologales... Pero para eso es necesario remar mar adentro, en alta mar, lejos de nuestro terreno (de nuestro lugar habitual), sin las amarras de nuestra apreciación o de nuestros gustos, para ver lo que Dios quiere.
Un grupo de Guadalba hemos estado el pasado fin de semana (de viernes a domingo) haciendo un retiro espiritual: un verdadero privilegio poder hacer un parón en nuestras ajetreadas vidas para escuchar la voz de Dios. Estos días de silencio nos han ayudado también a prepararnos para el encuentro de la JMJ en agosto 2011. Queremos estar en sintonía con Benedicto XVI, queremos ser los jóvenes que él espera encontrar.
1 comentario:
Buena manera de empezar la semana Santa. Me alegro un montón.
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