jueves, 30 de octubre de 2014

Fiesta de Todos los Santos


Os invito a hacer una reflexión acerca de la fiesta de Todos los Santos, de su importancia en el mundo católico y de su trascendencia para todos nosotros.


Desde hace algunos años y cada vez con más fuerza se ha instalado en nuestra sociedad la costumbre de celebrar Halloween, que es todo lo opuesto a la luz que la tradición católica ofrece. Es abrirse al mundo de la brujería y del maligno. Para los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo, es la víspera del año nuevo de la brujería.
Es un intento más por alejar a los jóvenes de la luz y de la fe para, bajo pretexto de pura diversión o de simple disfraz, llevarlos por caminos de tinieblas y sombras de muerte. ¡Qué lejos de la luz de la Resurrección del Señor!

Os invito a enseñar a vuestras hijas a vivir contracorriente. A que habléis con ellas sobre las  fiestas que se celebren por ese motivo, a que les hagáis ver que esa no es nuestra visión de la vida como creyentes cristianos, que no es una fiesta inocente o puramente comercial como quieren hacernos ver. Que detrás de ello subyacen ideas como las siguientes:

·   Se puede hacer daño a las propiedades ajenas (rayar paredes, romper huevos en las puertas…). Esa idea es contraria a la educación que se les da a las niñas, enseñándoles a respetar a los demás.
·    Promover entre los pequeños, a través del uso de disfraces, la conciencia del mal y del demonio. Si ahora las aceptamos, ¿cómo hacerles ver después el mal que se esconde detrás de la “Ouija” o la visita a brujos o médiums, todos ellos contrarios a la fe y a la vida cristiana?
·    Contraponer el mal y el ocultismo a la fe y a los valores del Evangelio (paz, amor, bondad, lealtad…)

En estos tiempos de crisis de valores e increencia, pongamos nuestro granito de arena como creyentes católicos e intentemos reintegrarle a la sociedad el carácter cristiano que ha ido perdiendo. Es nuestro compromiso como bautizados. No hemos de permitir que de manera imperceptible nuestras niñas y nuestras jóvenes caigan en el relativismo, el materialismo y el paganismo práctico; que la comercialización y las fuerzas contrarias a nuestra fe pongan en riesgo su vida espiritual.

Desde el Club promovemos la educación en la trascendencia.  Queremos lo bueno, lo noble, lo bello, la VIDA.


miércoles, 29 de octubre de 2014