El Adviento es uno de los tiempos en que los cristianos dividimos el año litúrgico (los otros son Navidad, Cuaresma, Pascua y el Tiempo Ordinario). Es un tiempo de preparación para la venida de Jesús. Hay que prepararse por dentro para que la Navidad sea una realidad en nosotros, no sólo preparar los nacimientos y las zambombas, sino también que sea de verdad Navidad en nuestro corazón, que ciertamente Dios nazca dentro de nosotros. Que nazca el perdón, la alegría, la solidaridad, la pobreza, la compasión, todo lo que Dios representa.
El principal signo del adviento es la Corona de Adviento, un círculo hecho de ramas verdes donde se colocan cuatro velas. Es una tradición que proviene de los pueblos pre-cristianos del norte de Europa y que la hemos cristianizado dándole un nuevo sentido:
- La luz que prendemos en la oscuridad el invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad de nuestra sociedad.
- Las velas anticipan la venida de la luz en Navidad: Jesucristo. Las ramas de verde perenne y cuyas hojas no se caen nos recuerdan el amor de Dios que es perpetuo y no cambia nunca.
- El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, como un círculo.
Os animamos a realizar vuestras propias coronas de Adviento en casa.
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