viernes, 22 de junio de 2012
Historia de Petrus
Nos ha impactado la realidad de este video. Se trata de la comparación entre la vida de Petrus (África) y Pedro (Europa). Lo que vemos es la narración de un día cualquiera en la vida de Petrus, pero el diálogo es entre Pedro y su madre en su quehacer diario; comparamos así las dos vidas: Una la vemos (África), otra la escuchamos (Europa) y de esa manera comparamos nuestros modos de vida diferente. Sería bueno mostrárselo a nuestros hijos.
jueves, 21 de junio de 2012
Verano: tiempo para educar
Ahora que se acercan las vacaciones podemos hacer algunas eflexiones sobre cómo podemos hacer para aprovechar para educar.
Y también es el momento de pensar en los hijos uno a uno, y ver qué virtudes van a adquirir, cada uno.
Es importante no desprenderse de los niños, colocarlos en el pueblo un mes, por ejemplo. La desconexión puede ser peligrosa, es mejor no perderlos de vista.
Una vez pensadas las ideas generales, es importante compartir con niños los detalles, escucharles y darles un margen para elegir. El hecho de generar ideas, llevarlas a cabo y terminarlas fortalece su autoestima.
Dentro de cada programa, es necesario establecer un horario. Se puede escribir en una cartulina y colgarlo en la pared para que esté al alcance de todos. Habrá que realizar varios horarios dependiendo donde estemos para que toda la familia sepa qué toca en cada momento. Hay que tener en cuenta que es más sano madrugar que trasnochar.
Es importante revisar los encargos que han tenido durante el invierno y adaptarlos a esta época del año. Puede ser buen momento para aprender tareas nuevas en casa: cocinar, planchar…
Los niños han de tener claro que la diversión sólo es posible cuando se ha terminado el trabajo y las obligaciones.
Recordad que el objetivo es lograr que los hijos se sientan parte de la familia y que con su aporte contribuyen al bienestar de todos. Hay que intentar mantener el buen humor hasta el final y ayudarles a llenar el tiempo libre de tiempo útil y esforzado a la vez que alegre y divertido. Para esto se necesita mucha imaginación.
A lo largo de las próximas semanas iremos contando ideas prácticas para sacar el mayor partido a las vacaciones.
Pensar que las vacaciones pueden ser tiempo de formación es difícil, puede sonar aburrido y hasta cansado, pero si sabemos sacarle provecho a ese descanso, puede convertirse en el momento ideal para estar más con nuestros hijos y disfrutar de ellos y para dar un paso adelante en su educación. Hemos de utilizar esta oportunidad de tiempo extra para desarrollar nuevo hábitos y adquirir conocimientos con más entusiasmo.
También puede ser paso para atrás, si dejamos fuera todos los hábitos y esperamos a ver qué pasa. No podemos dejar que el niño se aísle en su cuarto pasando horas frente a los juegos electrónicos o a la televisión, durmiendo y sólo salga de la habitación cuando necesite comer. No pueden volver al cole “salvajes”. La pereza es la madre de todos los vicios.
Una buena manera plantearnos el verano es coger lápiz y papel y hacer una reunión de papá y mamá al inicio de las vacaciones para planificar el programa de vacaciones, en el que se establezcan si los niños se quedarán con los abuelos, participarán en algún campamento, el lugar donde se van a pasar las vacaciones familiares…
Y también es el momento de pensar en los hijos uno a uno, y ver qué virtudes van a adquirir, cada uno.
Es importante no desprenderse de los niños, colocarlos en el pueblo un mes, por ejemplo. La desconexión puede ser peligrosa, es mejor no perderlos de vista.
Una vez pensadas las ideas generales, es importante compartir con niños los detalles, escucharles y darles un margen para elegir. El hecho de generar ideas, llevarlas a cabo y terminarlas fortalece su autoestima.
Dentro de cada programa, es necesario establecer un horario. Se puede escribir en una cartulina y colgarlo en la pared para que esté al alcance de todos. Habrá que realizar varios horarios dependiendo donde estemos para que toda la familia sepa qué toca en cada momento. Hay que tener en cuenta que es más sano madrugar que trasnochar.
Es importante revisar los encargos que han tenido durante el invierno y adaptarlos a esta época del año. Puede ser buen momento para aprender tareas nuevas en casa: cocinar, planchar…
Los niños han de tener claro que la diversión sólo es posible cuando se ha terminado el trabajo y las obligaciones.
Recordad que el objetivo es lograr que los hijos se sientan parte de la familia y que con su aporte contribuyen al bienestar de todos. Hay que intentar mantener el buen humor hasta el final y ayudarles a llenar el tiempo libre de tiempo útil y esforzado a la vez que alegre y divertido. Para esto se necesita mucha imaginación.
A lo largo de las próximas semanas iremos contando ideas prácticas para sacar el mayor partido a las vacaciones.
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